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martes, 13 de diciembre de 2011

Una reina por excelencia de la mesa chilena...



"La mezcla de harina, hay que sobarla a mano, con paciencia y fuerza, hasta conseguir una suave bola de masa que convertiremos en bolitas para ponerlos en el rescoldo y obtener las ricas tortillas. Parece simple llegar hacer una buena tortilla, pero es un don de Dios. El secreto está en que las expertas manos transmitan amor: con amor todo resulta rico y barato".
Carmen Troncoso Erices, Madre de Marcela y Elizabeth




Desde los tiempos de la Colonia en Chile la base de la alimentación criolla entre los productos principales estuvo la tortilla de rescoldo. Esta servía para acompañar platos fuertes como los asados de cerdo, pollo, vacunos, cordero.



En esos tiempos existían tres clases de pan: tortilla de rescoldo, netamente chilena, pan español con mucha grasa y miga y el pan aplastado "cascarudo"



Al transcurrir los años, la cocina chilena empezó adquirir refinamiento a mediados del Siglo XVIII, época de fiestas y saraos y las mesas comenzaron adornarse con elegancia para el almuerzo y la cena.



Los productos regionales dotaron a los cocineros criollos de apetitosas curiosidades. A su vez, se incorporó a las infusiones de los criollos y chilenos el mate con aguardiente "malicia", junto a las tortillas calientes.  


La tortilla de rescoldo forma parte tanto de mesas de "mantel largo", así como de los "cocaví" de muchos trabajadores de largas jornadas, donde los componenetes que más a menodo tieen el cocaví son el pan amasado o tortillas de rescoldo.


Aunque constituye "un atributo de todos los estratos socioeconómicos demuestra su carácter tradicional con mayor fuerza en zonas rurales". Por ello, para nuestra familia Poveda Troncoso y nuestros vecinos del sector de Huépil, el hacer las tortillas de rescoldo, forma parte de nuestros hábitos alimenticios y dieta diaria, donde no puede faltar la tortilla en la mesa y según mi hermana Marcela, la tortilla fue lo primero que probó junto a la leche que mamá nos hacía.



Tortillas hechas por las manos de Elizabeth y Marcela Povea Troncoso.




" " (Enciclopedia del Folclore Chilena; Autor: Manuel Dannemann, Editorial universitaria, Primera edición , 1998).

Historia del arte culinario criollo


Las costumbres y tradiciones culinarias campesinas del sur de Chile se funden y mezclan en aromas y sabores propios y mixtos de la cocina criolla. Desde tiempos antiguos la cocina de campo ha sido transmitida de generación en generación a través de la tradición familiar y de recetas guardadas en cuadernos o tarjetas, que permanecieron por años como un secreto de las diferentes familias.


Las comidas que funcionalmente responden a la noción de la cultura folclórica que poseen algún grado de vigencia en la vida cotidiana y que son representativas del país en general o de una o más regiones o localidad en particular.


“Una de las peculiaridades que dentro de las caracterizaciones de las comidas calificadas como folclóricas no se puede obtener, únicamente con el criterio simplista de considerar los rasgos externos culturales, como su grado de antigüedad o condición típica, sino que es imprescindible también, fundamentalmente comprobar la conducta comunitaria o tradicional o de aceptación  social que, mediante su consumo, evidencia un determinado grupo humano, el cual por esta razón las hace suyas, identificándose con ellas”.

(Enciclopedia del Folclore de Chile; Autor: Manuel Dannemann; Editorial Universitaria, 1era. Edición, 1998)




 El arte culinario criollo desde siempre ha sido compartido por grupos humanos.


Historia de vida de las hermanas Povea Troncoso


Las costumbres y tradiciones culinarias campesinas del sur de Chile se funden y mezclan en aromas y sabores propios y mixtos de la cocina criolla. Desde tiempos antiguos la cocina de campo ha sido transmitida de generación en generación a través de la tradición familiar y de recetas guardadas en cuadernos o tarjetas, que permanecieron por años como un secreto de las diferentes familias.


Dada la importancia de la comida tradicional chilena y su relación con las mujeres que en distintas épocas y tiempos han jugado un rol protagónico en torno a la actividad culinaria, es que surge la necesidad de rescatar y mantener vigente estas tradiciones en el tiempo, aprendidas por nosotras al ver a nuestra madre Carmen y abuela Luisa.


Somos las hermanas Elizabeth Esmerita Povea Troncoso (44 años) y Marcela Eva  Povea Troncoso (37 años), oriundas del poblado de Huépil en la comuna de Tucapel y parte de nuestra historia que mostraremos en este blog, es también parte de la historia de los oficios de nuestra tierra, de familias de campesinos que han forjado sus vidas en torno al campo y sus costumbres. Que han sido capaces de salir adelante gracias al conocimiento de recetas, conversaciones, mirar “lo que se hace en la cocina” en torno a los fogones, su indumentaria y el calor de las cenizas.


Nuestro oficio comenzó hace 22 años atrás, ayudando a mi madre hacer tortillas, ya que ella las hacía por tradición y también por necesidad, han pasado los años y hemos aprendido bien el oficio. Ahora junto a mi hermana Marcela lo seguimos haciendo, por mantener la tradición  de mi madre y lo más importante que es una ayuda económica tanto para nuestro hogar y la familia en general, somos conocidas por nuestro trabajo, tanto en la ciudad de Huépil como fuera de ella, lo que nos hace sentirnos orgullosas.


Este oficio es el privilegio de hacer con las manos este alimento que es consumido a diario en el campo de Huépil.

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Elizabeth Povea Troncoso.

Marcela Povea Troncoso.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Preparación de las tortillas de rescoldo


El proceso de elaboración de una buena tortilla de rescoldo se basa en  varios pasos
que deben tomarse en cuenta al momento de comenzar la preparación y que para nosotras es fundamental considerarlo...

Pasos para hacer una Tortilla de rescoldo...

Primero que todo encendemos el  fogón con madera de roble (para muchas mujeres de la zona es el secreto que una buena tortilla es este tipo de madera ya que la deja crocante, esponjosa y cocida) y esperar que se caliente a alta temperatura aproximadamente tres horas como mínimo hasta calentar las cenizas.



Luego se prepara la masa para la tortilla compuesta de: harina de trigo, manteca o aceite, salmuera, levadura y una pizca de bicarbonato.




De ahí se amasa (una vez bien sobada) los suficiente con la intención que los ingredientes queden totalmente incorporados en forma homogenea, queda en condiciones para obtenerse de ella.

Según sea su cantidad, el o los trozos que recibirán la forma de tortilla, caracterizada por su doble cara circular y perfil de óvalo muy alargado, alcanzado hasta 35 o 40 centímetros de diámetro o más y de 3 a 5 centímetros de grosor.  Dejar reposar la masa unos 20 a 30 minutos de acuerdo a la temperatura ambiental.


 


A continuación se la pone al rescoldo, hecho sobre el suelo o en un brasero cuidando que quede una capa inferior de ceniza caliente, encima de la cual se coloca la tortilla tapándola con la otra porción de cenizas cubierta de brasas. Luego se entierran la masas en la ceniza caliente (rescoldo) por unos 20 o 30 minutos.






Se retiran, se sacuden  y se raspa con un rallador (o con esmeril eléctrico).





Una vez realizado todo este proceso, están listas para salir a entregarse o venderse. En el caso de nosotras con mi hermana, salimos a vender por las calles, colegios, municipalidad, hospital y lugares conlata afluencia de público.



Durante estos 20 años, nuestros clientes pueden degustar nuestras tortillas de rescoldo, ya sea sola o acompañada de chancho en piedra, mantequilla o quesillo.